lunes, 26 de enero de 2009







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ETIQUETADO POR DIOS!!!
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JÓVENES
Con Dios y los jóvenes

por Enrique Zapata Muchas veces, el supuesto problema con los jóvenes no es problema de los jóvenes sino de la iglesia misma; sus moldes, prácticas, el ambiente y falta de entendimiento de la etapa importante en la cual se encuentran los muchachos.



«No voy más a la iglesia» —dije a mis padres un domingo después del culto. Ellos fueron sabios. Conversamos sobre la situación, y como yo ya tenía dieciocho años no me obligaron a seguir asistiendo. Mi decisión de no congregarme, no tenía que ver con mi relación con Dios, sino con la iglesia en sí. Como hombre joven en formación, yo no encontraba en ella lugar ni utilidad para mí.Durante tres meses oré, leí mi Biblia, pero no fui a ninguna iglesia. Un día, en la soberanía de Dios, conocí a un pastor que me impresionó mucho. Ese domingo fui a su iglesia acompañado de mi mejor amigo. Este fue el comienzo de una nueva aventura.

Compartí con este pastor mis frustraciones, y a la vez mi convicción de que si queríamos ganar a jóvenes era necesario hacer algo diferente. Él exploraba mis inquietudes haciéndome preguntas. Compartí el concepto de que para ganar muchachos era necesario hacer actividades de carácter varonil, en las cuales los jóvenes podrían participar siendo los protagonistas de actividades significativas, entre ellas las deportivas. Pero en ese momento sólo estaba compartiendo lo que habíamos sentido y dialogado con mis amigos. Fue con el pasar de los años que he llegado a valorar el ministerio con la juventud y lo trascendente que es entender que los varones y las mujeres se desarrollan espiritualmente de formas diferentes.

El pastor, después de habernos escuchado cuidadosamente, nos dio el desafío de comenzar un grupo que respondiera a nuestras inquietudes. Junto al desafío nos aseguró su apoyo.

Quedamos temblando. Nos tocaba dejar la tarea fácil, criticar. Ahora debíamos edificar la realización de nuestros sueños. Fue al inicio del verano cuando empezamos a concretarlos. Dos amigos y yo abrimos una de nuestras casas e invitamos a diez muchachos a un «partido de fútbol y a compartir un asado acompañado de una discusión sobre la Biblia». Cada semana tuvimos más muchachos y con ellos llegaban las chicas. Antes de que terminara el verano ya estaban participando más de cuarenta jóvenes. Fue una sorpresa para muchos adultos cuando la mayoría de estos jóvenes comenzó también a asistir a la iglesia. Y fue justo en este punto que tuvimos nuestra primera crisis. La mayoría de ellos nunca habían ido a una iglesia. Al llegar un grupo tan grande, vestidos como típicos jóvenes del mundo, provocó que algunos de los mayores nos atacaran por «meter el mundo en la iglesia». Exigían cambio, algunos de los jóvenes «tenían que cortar su pelo»y algunas de las chicas «no podían asistir en pantalones». A pesar de las protestas de algunos mayores, cada semana llegaban más jóvenes.

Muchas veces, el supuesto problema con los jóvenes no es problema de los jóvenes sino de la iglesia misma; sus moldes, prácticas, el ambiente y falta de entendimiento de la etapa importante en la cual se encuentran los muchachos. Antes de echarles la culpa, necesitamos, como iglesia, mirar si el ambiente espiritual, emocional, y físico que proveemos para ellos es propicio para que Dios obre y añada cada día más jóvenespara su reino.

Ayer me preguntó una señora de 60 de años por qué sería que los jóvenes de la clase de Biblia que ella dicta no disfrutaban su enseñanza. Por solicitud del pastor de su iglesia, con todo su amor, dedicación y entusiasmo se ha dedicado a dictar a ellos las perlas preciosas que ella ha encontrado en Dios. Sin embargo, «los jóvenes son rebeldes, no prestan atención a lo que yo estoy tratando de enseñarles» —expresó con frustración.

«¿Qué puedo hacer?» —me preguntó. Esta es la pregunta que, con toda honestidad, creo que necesitamos hacernos, y debemos buscar la respuesta en la sabiduría de la Biblia y la experiencia de personas que tienen ministerios exitosos con jóvenes. Quiero responder a esa pregunta compartiendo algunas de las verdades que yo he aprendido de ellos a lo largo de mi experiencia ministerial:

1. Aprender a escucharlos con interés y respeto. Cuando ellos ven que realmente los escuchamos y nos esforzamos por entenderlos, estarán mas abiertos a conversar y dialogar con nosotros.

2. Dios les ha dado libertad de elegir. No debemos imponerles nuestros deseos y voluntad. Ya no son niños. Cuando imponemos nuestra forma de pensar y actuar, sólo provocamos rebeldía.

3. Ayudémoslos a desarrollar programas y actividades en los cuales ellossean los creadores, protagonistas y responsables de lo que ocurre. En la medida en que sientan que el programa les pertenece, trabajarán con más entusiasmo en él. Ellos tomarán la iniciativa para buscar nuestra sabiduría, apoyo y ayuda. Muchas veces los adultos desean involucrar a los jóvenes en sus planes, pero no están dispuestos a involucrase en los planes de los jóvenes.

4. Nosotros aprendimos a través de muchos errores. Creo que ellos también tienen derecho a aprender de la misma manera.

5. Reconocer las diferencias entre hombres y mujeres. Los hombres necesitan actividades tales como deportes, construir, trabajar en proyectos de servicio, etcétera. Las mujeres, en cambio, desean interacción con otras personas. Si la iglesia quiere tener un balance significativo, tanto de hombres como de mujeres, deberá promover y proveer actividades apropiadas para hombres y para mujeres.

6. Nadie se forma en un día. El crecimiento es un proceso. Seamos pacientes con ellos.

A través de la historia, Dios ha obrado maravillosamente con los jóvenes, hoy sigue haciéndolo. Participemos con él y con ellos en esta gran tarea.

¡Adelante!

Mis Graficas

♥♥♥EL AMOR DE DIOS ES MARAVILLOSO♥♥♥


¡CRISTIANO A LA MODA Y CON MUCHO FLOW!
la juventud hoy en dia esta ligada a la moda por eso te damos estos puntos de como estar pegado a Dios sin apartar a la "moda"!!...

*Vestir bien, adecuadamente...
*tu tipo de musica puede ser la misma pero con un sentido cristiano..!!
*tu actitud no debe canviar negativamente!!
*es mejor estar en el grupo juvenil de tu iglesia..!!
*tu ropa y tu vestir va por fuera, pero dios debe ir en tu corazon ♥♥♥!!!

¿Qué mensaje transmito con mi vestuario?

Todos nosotros comunicamos algo con lo que somos. No sólo con lo que decimos, sino con todo lo que somos. Los comunicólogos dicen: "Es imposible no comunicar". Tú comunicas un mensaje con tus gestos, tus actitudes, y, especialmente, con tu vestuario. Y es este un mensaje tan fuerte, que puede acallar lo que tú dices con la boca.

Sócrates le recriminaba a los hombres de Atenas el que se afanasen tanto en embellecer su cuerpo, y descuidaran lo más importante: sus almas.

La Escritura dice en Romanos 12:2: "No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar" (VP). El cristiano tiene una forma de pensar y de vivir diferente de la forma de pensar del mundo. El tiempo presente tiene sus vanidades de turno, pero la sabiduría de Dios es eterna.

Hoy en día la apariencia tiene un valor superlativo. El vestuario ha dado lugar a toda una industria, cuyos centros están en las más famosas ciudades europeas. Millones de dólares giran diariamente en torno de la industria de la moda.

Romanos 6:16 dice: "¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis?" Hoy día muchas voces llegan a tu corazón exigiendo obediencia. Está la moda, están los parámetros de belleza, están los prototipos de hombre y de mujer en boga. Pero tú tienes un modelo más alto, una meta más elevada. Si obedeces esas voces que el mundo te hace oír, entonces te transformarás en esclavo de ellas, y procurarás obedecerlas en todo. ¡Recuerda! Tú eres siervo del Señor Jesucristo, Él te compró con su sangre y hoy te debes a Él. No te hagas esclavo de los hombres.

¿Qué mensaje transmites tú con tu vestuario? ¿Muestra tu vestuario que tú perteneces a alguno de los grupos juveniles de moda? ¿Te muestra como una persona sensual? ¿Pretendes que tu vestuario destaque hasta la provocación algún rasgo de tu cuerpo?

¿Sabes? El cuerpo no debe atraer sobre sí la atención. Tú no debes adornarlo de tal manera que atraiga sobre él todas las miradas. El vestuario es una necesidad, no es un lujo para un hijo de Dios. Es un instrumento dado para nuestra comodidad, no para nuestra exhibición. Y tu cuerpo es templo del Espíritu Santo, no una vitrina de exhibición de ropa a la moda. ¿Es Jesús glorificado a través de él?

¿Qué ropa debo usar?

Antiguamente, la ropa llevaba sus marcas en la solapa, o muy escondidas en la parte interior. Hoy, en cambio, las marcas van por fuera, en lo más visible. Da la impresión que los usuarios de la ropa "de marca" han sido contratados como "exhibidores de ropa" o de marcas. Ellos no llevan ropa puesta, ellos van exhibiendo una marca.

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Hoy en día lo que se vende no es una cosa, sino una marca. La marca vende. La marca otorga "status", y hace que la gente se sienta bien; da seguridad, y alimenta la vanidad. Muchas marcas de ropa son nombres de personas, específicamente de diseñadores. Cuando tú llevas ese nombre pegado a la espalda, o en tu pantalón, tú vas cargando con el nombre de una persona. Tú te asocias con esa persona. ¿De quién se trata? ¿De algún líder guerrero, que murió por los ideales patrios? ¿De algún moralista, de algún filántropo que ha rendido su vida en bien de la humanidad? ¿De algún deportista, modelo de valentía y virtud? No, no se trata de esos hombres. Es más bien el nombre de una persona que, simplemente, diseña moda. ¿Sabes tú qué tipo de personas son normalmente los diseñadores de moda? ¿Sabes tú qué tipo de moral y de costumbres practican? ¡Oh, si supieras más acerca de ellos no te enorgullecerías de cargar con sus nombres en tus ropas!

Si no has de llevar el nombre de Jesús pegado allí (y no estamos diciendo con esto que debas llevarlo) es preferible que no lleves nada. Si no has de predicar a Cristo en tus ropas, mejor que tu ropa no predique nada.

Por otro lado, esas ropas, por estar asociadas con una marca, suelen costar mucho más que otras de calidad similar. A veces hay que pagar el doble o el triple, simplemente, por llevar la marca. ¿Es eso agradable delante de Dios? Muchos llevan en su cuerpo miles de pesos demás. Y hacen así derroche del dinero que el Señor les ha provisto para sus necesidades.

¡Dios nos libre de llevar sobre nuestro cuerpo dinero en exceso, dinero con el cual podríamos perfectamente llenar una angustiosa necesidad de algún hijo de Dios! En esto, como en todas las cosas, no podemos establecer leyes. Somos libres; tenemos libertad, pero esta es una libertad condicionada al testimonio como hijos de Dios, al amor por los hermanos, y a la conciencia de los demás. "Todo me es lícito, pero no todo conviene" (1 Cor.10:23). En esto, como en las demás cosas, busquemos agradar a Dios, y no escandalizar a nuestros hermanos. Que el Señor nos ayude para que una cosa y la otra sean verdad en nuestra vida.

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BLESSED::.. BENDICIONESMIL:..



¿POR QUE MIS PADRES NO ME DAN MAS LIBERTAD?

Lucas 16:10 dice: "El que es fiel en lo poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto."

Supón que tu padre te manda a hacer la cama y tú no la haces, él bien te podría decir:

"Hijo, ¿cómo voy a confiar en ti, si te mando a hacer la cama y no la haces? ¿Cómo voy a confiar que, sin que yo te vea, tú vas a hacer lo que te digo? Vas a estar lejos de mí. Si te mando a hacer algo pequeño y no lo haces. ¿Voy a confiar en ti?"

El que es fiel en lo poco, es fiel también en lo mucho. Si tú obedeces en lo poco, el papá va a tener confianza en forma progresiva para ir confiando más. En algo tan simple como hacer la cama u ordenar tu pieza o levantarte a la hora que se te pide, y cumplir con las tareas del colegio. Al ser fiel en lo poco vas ganando "puntaje."

La libertad es un asunto que se va ganando con la madurez, con la responsabilidad con que se asumen los compromisos presentes.

La edad es un factor importante a la hora de reclamar libertad, porque con la edad viene la madurez.

Nadie puede exigir más libertad si no hace buen uso de la que tiene en sus manos. La libertad no depende, en realidad, de tus padres, sino de ti.
Planeta de Blogs Cristianos

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